La improvisación musical permite el contacto humano directo, dice la decimista Zarina Palafox Flores

 

“No existe nada mejor que el contacto humano directo, y en el caso particular de la improvisación musical, es invaluable poder compartir, dialogar y disfrutar juntos ese momento, expresó Ana Zarina Palafox Méndez, decimista e improvisadora poética mexicana que ayer intervino en el inicio del Encuentro de Escritoras Mujeres en su Tinta.

La maestra en música tradicional, poeta improvisadora e intérprete del huapango, sones jarochos del sotavento veracruzano y de la Tierra Caliente de Michoacán, además de otras regiones del país, dijo que el improvisar versos es una rica forma de comunicación interpersonal humana.

Muchos de mis versos forman parte de la música tradicional, como los jarochos que echan versitos en restaurantes y cantinas, con diferentes temáticas; por ello vengo a cantarles composiciones que tengo ya escritas, pero las que además improviso y dedico a ustedes”, expresó al inicio de su intervención en la Galería de Artes y Ciencias del Edificio del Museo y Biblioteca.

Ana Zarina Palafox, proveniente de la Ciudad de México, dijo que “ésta es una oportunidad, no para mí como persona, sino para la cuestión de la oralidad, ya que muchas veces los poetas de escritorio no conocen tantos géneros que hay para el desarrollo oral, puramente, sin pasar por la escritura”.

Palafox Flores es intérprete de folklore latinoamericano de los años 70, músico escénico desde los 80 y viajadora, documentadora y escritora. Asimismo, destaca como directora del grupo Tlaxocamate, formado por maestros de música folklórica de la Dirección de Difusión Cultural del Instituto Politécnico Nacional.

Es considerada como la única mujer que realiza la improvisación en décimas en nuestro país, entre trovadores hombres, principalmente del sotavento veracruzano, y también se distingue por organizar diversas actividades escénicas y de formación con orientación de género, derechos humanos y de no violencia. (JAR)

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