La implementación de protocolos de atención a víctimas de violencia de género por parte de las instituciones universitarias refleja una problemática que no es exclusiva de este ámbito educativo, sino de una sociedad patriarcal donde impera la desigualdad, discriminación y la violencia por razones de género, apuntó la docente y activista Lucía Melgar Palacios.
En entrevista, la investigadora del Departamento de Ciencias Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) añadió que luego de una etapa de resistencia, de 2014 o 2015 a la fecha, las universidades están adoptando este esquema de atención para atender y prevenir cualquier tipo de violencia de género que se presente en dichos planteles educativos, y es que “vivimos en sociedades muy patriarcales o machistas donde se ha normalizado la violencia contra la mujer y donde existen diferentes factores que favorecen esa violencia”, recalcó.
Entre los factores que favorecen esa violencia es el hecho de ver a la mujer como una persona inferior o como objeto de deseo, lo cual se refleja desde un piropo o la petición de favores de tipo sexual, pero además no hay condiciones de consentimiento cuando hay una relación de poder, añadió.
En dicho contexto, los protocolos de atención en las universidades son un primer paso para atender y prevenir la violencia de género, e implica un reconocimiento en la institución de la existencia del problema, porque la universidad tiene responsabilidad en la atención de este tipo de problemática y debe tomar medidas al respecto, y al mismo tiempo de prevención, señaló.
La especialista en temas de violencia de género y derechos de la mujer comentó que una vez que se tiene el protocolo de atención, la parte más importante es su implementación y el siguiente reto es la capacitación del personal que operacionalizará el mismo, esto es como las leyes, si éstas no se aplican como deben ser, no resuelven nada, subrayó Melgar Palacios.
Este tipo de esquemas deben proporcionar claridad en los mecanismos de denuncia, acompañamiento de la víctima, la no revictimización y la atención psicológica; “la implementación es compleja –reconoció- y debe existir un compromiso real de la universidad para resolver estos casos”.
Acerca de la reciente aprobación del Protocolo para la prevención y atención de casos de violencia de género de la Universidad de Sonora, comentó tuvo la oportunidad de conocer una de las versiones elaboradas de dicho documento, “se ve que incluye el acompañamiento –de la víctima- y eso es importante, y otro aspecto importante es la ayuda psicológica, y tiene que haber esa parte, porque denunciar no es fácil y el protocolo si tiene potencial positivo, la cuestión es que se capacite a quienes implementarán el mismo, y ese es el siguiente reto”, puntualizó.
Melgar Palacios impartió hoy un conversatorio a personal académico de la Universidad de Sonora, de la Comisión de Derechos Universitarios y del Programa Institucional de Equidad de Género de la Vicerrectoría de la Unidad Regional Centro. Esta actividad es parte del trabajo de sensibilización para implementar el Protocolo para la prevención y atención de casos de violencia de género en esta casa de estudios, y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.