Beatriz Espinoza
La décimo octava generación de la Licenciatura en Medicina de la Universidad de Sonora, integrada por 111 estudiantes que el próximo año iniciarán su internado, recibió su constancia de terminación de estudios.
El anhelado documento por el que trabajaron desde 2017 hasta este 2021, les fue entregado por autoridades universitarias y su padrino de generación, doctor Sergio Trujillo López, quien les recordó aquellos días en que iniciaban a practicar en los laboratorios de simulación con mucha inseguridad y más dudas.
“Recuerdo cómo algunos entraban con tanta curiosidad, pero a la vez, con mucha inseguridad; disfrutaba ver cómo ustedes mismos se superaban”, comentó en su discurso mientras les recomendaba seguir con esa curiosidad que es una cualidad muy necesaria en esta profesión en la que nunca hay que dejar de cuestionar.
Reconoció el esfuerzo de cada uno de los miembros de la generación 2017-2021 por haber continuado con los estudios que eligieron a pesar de la situación por la que atravesamos y las dificultades individuales que cada quien ha superado.
“La medicina es tan amplia que existe espacio para todos los gustos, plantea tus propias metas, si quieres ser el mejor especialista, si quieres ser el mejor investigador, si quieres ser el mejor médico general, sé el mejor, pero también es válido ser bueno sin buscar ser el mejor; el éxito es subjetivo, no busquen el éxito de los demás, busca tu propio éxito, y que en este se involucre tu felicidad y tu satisfacción”, agregó.
Dar lo mejor con perseverancia, dedicación y amor, el compromiso
En el evento, realizado en el Centro de Convenciones del Centro de las Artes, Laura Vianey Gamboa del Castillo habló a nombre de sus compañeros de generación y recordó cómo es que los sueños se cumplen, de ver cómo aquellos niños y niñas soñaban con ayudar a los demás y ahora están más cerca de hacerlo.
“Seamos esas y esos médicos con espíritu de servicio que nos imaginábamos cuando apenas entrábamos a la carrera. Quizá no sea fácil, nos enfrentaremos a nuevas adversidades, tanto académicas como personales, pero hay que confiar en nuestras habilidades a donde sea que este camino nos lleve”.
“Demos lo mejor de nosotros mismos con perseverancia, dedicación y, sobre todo, con profundo amor”, dijo al señalar que es deber de esta generación sentar las bases con un buen ejemplo. “Si bien es cierto que somos las y los médicos del mañana, nuestro trabajo inicia hoy”.
Laura Vianey Gamboa del Castillo agradeció a los compañeros por caminar juntos y a la Universidad de Sonora, con sus maestros y trabajadores, por formarlos como profesionistas en condiciones óptimas.